Si la vida te da una segunda oportunidad no deberías dudar cogerla. A mi me la dió, la cogí y es la mejor decisión que he tomado en la vida. La que mayor felicidad me ha dado. La que mejores momentos me ha brindado. Por eso digo que no es fácil darse cuenta de las cosas y aprovechar las oportunidades a la primera, pero hay que saber verlas y cogerlas. Si no es a la primera, vendrá una segunda, seguro.
El problema está cuando la vida te da una oportunidad y la rechazas. Te vuelve a dar una segunda y tampoco la aprovechas. No contento todavía con esto, va el destino, la vida, o quien quiera que sea el que las da, y te da una tercer oportunidad, y tu, necio, eres incapaz de recogerla. No puedes esperar que los demás te faciliten las cosas cuando tu lo único que has hecho es dificultártelas.
La vida da segundas opostunidades, claro que las da. Da terceras, también, para que puedas recueperar algo que has perdido. Incluso puede llegar a darte más. Sin embargo si tienes una, dos, tres, incluso una cuarta y última, y las rechazas, ¿con qué esperas que te compense la vida? Si no sabes apreciar a dos, nunca sabrás apreciar a ninguno más. No se vive de regalos.