miércoles, 27 de abril de 2011

Alcohol y flores

Despierto. Abro la persiana. Luz, sol, calor, un día bonito, perfecto. Después de varios días de lluvia brilla el sol. Brilla para poder disfrutar de este gran día de fiesta. Fiesta que para algunos es tradición, es alegría, es un día para todos. Fiesta que para otros se basa en el alcohol, en 'pasarlo bien'. No diré de qué grupo soy, se sabe, pero desde luego no soy de los que ponen el alcohol como excusa.

Sí, como excusa. Como excusa para poder hablar con la chica que te gusta, como excusa para poder ser un poco más lanzada, excusa para hablar sin más...Para que después no te lo tengan en cuenta. -Anda que ayer...-¿Qué pasó? No me acuerdo.

Pues para no acordarte menuda liaste. Demasiado fácil. Suelta cualquier cosa por la boca, no pasa nada. Has bebido, mañana será una anécdota más. Haz lo que quieras, hoy no cuenta, vas borracho. Al día siguiente ni te acuerdas, ¿verdad?.

Sigue así, con lo tuyo, con lo de todos. Somos hipócritas por naturaleza. Se nos llena la boca para algunas cosas, y la vacíamos para otras. ¿Por joder? No lo sé. Ojalá pudiera saberlo. Pero no tengo ni la más remota idea, de todas formas no te preocupes, seguramente hayas bebido.

Unas horas y a casa, preferentemente a la de la abuela. Eso sí que es un buen rato.

martes, 19 de abril de 2011

Me cuesta muy poco

¿Sabes una cosa? Me importa poco lo que pienses de mi, mucho menos si te caigo bien o te caigo mal. Me da igual, te saludo. -¡Hola!. ¿Ves? No me cuesta nada. Me cuesta muy poco verte, saludarte e incluso sonreirte. ¿Por qué? Porque me das igual, en serio, en cualquier red social de las que formo parte, tengo más de cien 'amigos' y tú, tú, y también tú, eres uno más entre todos ellos.

-¿Qué tal? -Bien. Sigo hablando, da igual, no vamos a caer en nada profundo, no merece la pena, tu tienes tu vida, yo tengo la mía, él la suya...Cada persona elige a las que tiene a su alrededor, a las que quiere tener un cariño, a las que cree que en ellas puede confiar. A ti te tengo en una red social, puede que en dos, o incluso en tres, hay muchas. Pero no te engañes, no te tengo en mi vida.

Y seguimos hablando, riendo, pasándonoslo bien. Llego a divertirme. Pero no, no me aportas nada, no te aprecio, me interesa bien poco lo que te haya pasado en los últimos días, aun así nos podemos preguntar, que más da. Yo sé cosas de ti, tú sabes cosas de mí, a esto hemos llegado. No nos conocemos en absoluto, pero nos saludamos, nos sonreimos, hablamos, a veces por compromiso, pero lo hacemos.

Y sigo saludando a gente 'que conozco', sonrío, ¿ves? No me cuesta nada. Y aunque luego nos saquemos la piel criticándonos los unos a los otros, podemos llegar a ser tan falsos como para pararnos a hablar un rato. Sin embargo, no vamos a mentirnos, puedo sonreirte en cualquier momento porque no eres nadie, si lo fueras no podría sonreir siempre. No formas parte de mi vida, porque en la vida no todo es sonreir.

jueves, 14 de abril de 2011

Esta vez sí

Siempre me costó mucho arriesgar. Si había que tomar una decisión importante, la pensaba mil veces. Sí, no, quizá no sea lo mejor en este momento, igual después... Y así, una y otra vez. Si hago algo es porque estoy segura de ello, si antes hacía algo, era porque lo tenía muy meditado, tal vez demasiado, pero siempre me ha gustado tener todo bajo control. Sí, soy muy maniática.

Sin embargo, siempre hay un momento en que cambias, algo pasa, que decides arriesgar, que crees que tienes que hacerlo, que ha llegado la hora. Decides cómo va a ser tu vida a partir de ese momento, quién te va a acompañar, a quién quieres tener a tu lado y a quién no. Y es entonces, cuando te das cuenta de que si antes has pensado tanto una decisión era porque en realidad no era buena para ti. Si la piensas es que algo va mal, y si crees que algo irá mal, no hay duda de que acabará yendo mal.

Pero si te llega el momento en que tienes que tomar una decisión, y ves que no te hace falta pensarla, que esta vez lo haces porque es lo que quieres, porque sientes que está bien, que estará bien, que es tu destino, que lo has elegido tú. Entonces es que será bueno para ti, incluso para todos. Porque eso es lo que sentí, que sería bueno para mi, que sería bueno para ti, que sería bueno para todos, y ahora me he dado cuenta de que hice bien.

Estoy aquí, he ganado, esta vez sí, no me he equivocado, pero tampoco he arriesgado, porque en todo momento supe que esto tenía que ser así, que pasaría. Hice bien en venir, hice bien en seguir aquí e hice bien el día que empecé a pensar en ti.

domingo, 10 de abril de 2011

Antes eras de los buenos

Creo que tuve una infancia feliz, bastante feliz. Todo era perfecto, puede que casi todos la recordemos así. Las pequeñas cosas te llenaban tanto y las malas apenas te afectaban. Yo llegaba a casa del colegio y rápidamente me quitaba el uniforme. Esa falda no era nada cómoda, y mucho menos para una niña que disfrutaba con un chándal y un balón.

Bajaba a jugar con los amigos, esos amigos que cuando eres pequeño es imposible que te hagan daño. De esos sí da gusto tener. Y pasaba la tarde, y subía a casa con la ilusión de verle, de escuchar que había hecho ese día. Lo miraba con respeto, admiración, adoración incluso. Es increíble, ¿verdad? Juega en el equipo de los buenos...pensaba yo.

Me encantaba escucharle, me encantaba que estuviera fuera de casa si en esos momentos yo sabía que le estaba ganando a los malos. Sí, es bonito recordarlo. Pero no sé muy bien en que momento acabó todo. La vida pasó, yo crecí, él se fue, y un día dejó de jugar en el equipo de los buenos. Imposible. No, nada es imposible. Ya no había respeto, ni admiración, ni ilusión. Y por más que lo pienso no logro recordar en qué momento cambió todo.

Sin embargo, así fue, todo cambió, y ya nunca volví a ser esa niña que le esperaba con ojos brillantes, a la vuelta de cada viaje, para escuchar cómo lo había hecho, cómo les había ganado. Era un ídolo, era mi ídolo. Ya no. Se acabó. Ya no juegas en el equipo de los buenos. Ya no espero con ilusión esa bicicleta, esa equipación del madrid, ni ese pijama. Ya no somos los mismos.

miércoles, 6 de abril de 2011

Para empezar, no está mal

Hacía tiempo que quería hacerme un blog, pero era un idea de las que te vienen un dia a la cabeza, y al siguiente, ni te acuerdas. Luego vuelve a tu mente, pero tardas en realizar esa idea bastante tiempo. Sí, yo soy así, me cuesta empezar las cosas, pero una vez que empiezo me gusta terminarlas.

Como cuando se me metió en la cabeza ir a estudiar a Madrid, en principio era una idea lejana, bastante lejana, todo el mundo decía "bueno, ya se le pasará...", pero aquí estoy y han cambiado tantas cosas:amistades, amor, familia...

Parece imposible que una parte de tu familia esté tan pegada a ti, y la otra, tan alejada, y es que algo se rompió hace tiempo, que ya no hay nada que hacer. Son tu familia, sí, pero de sangre.

Los amigos, mi visión de hoy, es que van y vienen. ¿La verdadera amistad? un gran tema de debate...Yo lo pienso y no tengo ni idea de lo que es, o igual sí, pero quizá faltó recibir un trato recíproco.

De todas formas, este no es el tema central de hoy. Lo importante es que hoy se abre este blog, para quien le interese leer algo de vez en cuando, puede que no sea de interés para ti, pero oye, una vez que estás en casa, lejos de los que más quieres, y con el pijama puesto...¿Qué otra cosa puedo hacer? Escribir.