Despierto. Abro la persiana. Luz, sol, calor, un día bonito, perfecto. Después de varios días de lluvia brilla el sol. Brilla para poder disfrutar de este gran día de fiesta. Fiesta que para algunos es tradición, es alegría, es un día para todos. Fiesta que para otros se basa en el alcohol, en 'pasarlo bien'. No diré de qué grupo soy, se sabe, pero desde luego no soy de los que ponen el alcohol como excusa.
Sí, como excusa. Como excusa para poder hablar con la chica que te gusta, como excusa para poder ser un poco más lanzada, excusa para hablar sin más...Para que después no te lo tengan en cuenta. -Anda que ayer...-¿Qué pasó? No me acuerdo.
Pues para no acordarte menuda liaste. Demasiado fácil. Suelta cualquier cosa por la boca, no pasa nada. Has bebido, mañana será una anécdota más. Haz lo que quieras, hoy no cuenta, vas borracho. Al día siguiente ni te acuerdas, ¿verdad?.
Sigue así, con lo tuyo, con lo de todos. Somos hipócritas por naturaleza. Se nos llena la boca para algunas cosas, y la vacíamos para otras. ¿Por joder? No lo sé. Ojalá pudiera saberlo. Pero no tengo ni la más remota idea, de todas formas no te preocupes, seguramente hayas bebido.
Unas horas y a casa, preferentemente a la de la abuela. Eso sí que es un buen rato.
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