¿Y si nunca te has sentido como en casa al escuchar por primera vez una canción? ¿Y si nunca te has querido quedar a vivir en una cama? Entonces, ¿cómo te voy a explicar todo esto? Nos equivocamos tanto que olvidamos que hay cosas que hacemos bien. Y sí, puede que nadie esté ahí para decirte que estás haciendo lo correcto, porque cuando te hablan suele ser para advertirte que lo estás haciendo mal. Pero ¿quién no necesita una palmadita en la espalda de vez en cuando?
Nos quedamos en eso. Porque yo soy de guardarme las cosas, y tú...Tú ni siquiera sé de lo que eres. Quizás con diez años más, todo sería diferente. Y sin el miedo, viviríamos mejor. Sin pensar en qué nos va a pasar mañana. Si habrá un parque en el que jugar al lado del colegio o una casa con vistas a un mar que no conocíamos.
Que todo esto tiene poco sentido. Pero tenía ganas de contarlo. Que las noches son menos noches cuando no me dices la hora en la que me tengo que acostar. Y que la vida es más vida cuando me preguntas si ya he empezado a estudiar.