martes, 1 de mayo de 2012

Huevos

Despertador, por muchos años que hayan pasado desde que suenas así, jamás odiaré esa canción, por algo la escogí. Me levanto de la cama y camino medio dormida, toca desayuno, por unos días está envuelto en sartenes, tenedores, huevos, pan tostado y tomate. El rico desayuno hecho con cariño, el rico desayuno que por unos días es diferente, que por unos días es en compañía.

Nunca llueve a gusto de todos, a mi siempre me disgusta esa maldita agua que cae del cielo, pero esos días no, esos días son de los mejores de mi vida. Huevos, agua y paseos, días diferentes. Un mes aquí se hace largo, un mes sin el cariño de tu familia, porque dentro de mis álbumes de fotos, estás en el de familia. No suelo hacer esto, pero hoy toca.

Cada despedida se hace eterna, llena de emoción, inundada, como todas. Como todas y cada una de ellas, esas a las que no te acostumbras nunca, esas que quieres repetir siempre, y si no es con él, será con ella, la de toda la vida, la eterna, la que te quita las manchas y la que nunca te deja. Un dos por uno.

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