martes, 13 de noviembre de 2012

Intocables.

No hay nada que me pese más en el alma que lo de que un día llegaras a pensar que no te quería. Te quise, te quiero y te querré. Pase lo que pase en este vida, y sobre todo, hagas lo que hagas. Por eso nacimos. Para estar juntas, crecer juntas. Para que cuando yo fuese pequeña, cuidaras de mi. Y para que ahora que somos grandes, lo haga yo de ti.

Eres de las pocas personas que puede hacerme llorar de manera inexplicable, por tu felicidad, por tu tristeza o por tus problemas. Da igual, lo haces. Porque eres de las personas que más quiero en la vida y de las que me siento más orgullosa. No hay duda.

Algún día miraremos el pasado juntas, y no solo veremos a esas dos niñas que jugaban a cosas muy diferentes, o que se peleaban por ocupar el asiento central de la parte de atrás del coche. Algún día, repasaremos nuestro pasado más reciente juntas y nos reiremos. Créeme que lo haremos. De todos nuestros errores y de nuestro día a día.

Seguramente, ya han conseguido lo que un día se propusieron: Que lo que nació para estar unido, no sea jamás separado. Lo que hemos pasado forma parte de nosotras para siempre. Y no hay otro vínculo como ese.

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