Si yo sé que me ciego, pero luego me paro, pienso y reflexiono sobre si algo de lo que he hecho, dicho o escrito, está bien o está mal. Lo hago siempre y cuando me he equivocado, rectifico, y con muchas más facilidad cuando se trata de algo relacionado con alguien importante en mi vida.
Sinceramente, y después de pensarlo en estos meses, no creo que nada de esto esté mal, no pienso que esté mal escribir lo que siento. O contar cualquier historia inventada. Por supuesto no me voy a disculpar por expresar lo que llevo dentro.
Tal vez sería mejor decir las cosas a la cara. Pero todos sabemos que la mayoría vamos de auténticos y de "yo digo las cosas a la cara" pero no es así, ni mucho menos. No os lo creeis ni vosotros. Cuando nos conviene, nos callamos, tragamos y aquí todos felices y contentos. Esto es.
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