martes, 22 de octubre de 2013

Doble ración de espaguetis

Esta vez eran con tomate. A Claudia seguía sin convencerla esta forma de hacer pasta, pero Pablo decía que ahora tocaba comerlos a su manera. Y a su manera era a la manera que su madre hacía espaguetis. Claudia había aceptado, pero los haría ella, no la madre de Pablo. Así se fastidiaban los dos. Una, por no comerlos a la carbonara y, el otro, porque eran con tomate, pero no los de su madre. La cuestión era ponerse de acuerdo, así que los hizo.

¿Cantidad? Tres platos, más o menos. Doble ración para Claudia, como siempre. Mientras los preparaba, Pablo la perseguía de una lado a otro diciendo que su madre no los hacía así, que no le echara de una cosa, que le echara de la otra...Ella respondía con besos. No sabía otra forma de callarlo.

Por fin en la mesa. Empezaron a comer. A Claudia le gustaban, pero más le gustaba ver cómo Pablo se manchaba media cara al comérselos. No le decía que se limpiara porque le resultaba gracioso. Él sonreía al verla con su típica sonrisa socarrona. Sabía que se estaba manchando con esos malditos espaguetis tan faltos de sabor, pero poco importaba ya.

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