jueves, 5 de noviembre de 2015

Turno de ocho horas

Sí, ya se que he hablado muchas veces de él, pero ahora seguramente lo haga mucho más. Exacto. El mapa de los países visitados. Ya no es nada nuestro. Esta noche he señalado en los que estuve sin ti y la verdad es que lo he destrozado. En realidad es una mierda de mapa. Choca con el gotelé y he levantado todo el dibujo. Ni siquiera sé cómo conseguí rascar las zonas de Portugal, España, Francia y Hungría. 

Pero bueno, que hoy casi borro del mapa a Inglaterra y Alemania. Porque si Pamela dice que nos han educado para saber esperar y que es una putada, yo paso de hacerlo. Hace ya un par de años que entró en mi vida una de las personas de las que más he aprendido. Y a veces le escribo lo feliz que soy por tenerla de amiga. Me escucha cuando tiene que hacerlo y me hace reír con sus miles de historias, consiguiendo que deje de pensar en los días vacíos que me has dejado.

Por supuesto, todavía tengo el macuto lleno de cosas. Supongo que lo vaciaré cuando me haga falta usarlo. No sé dónde meterlas. Más bien no sé dónde meterte. Esta vez sí que pagaría por que alguien limpiara mi habitación y que se llevara hasta el dibujo hecho con carboncillo de nuestra primera foto juntos. Nunca quise casarme en una iglesia, pero sonreía con la idea de poder echarme una foto delante de la de su pueblo. Ya ves. Hay sueños que se transforman en pesadillas, pero hoy no me apetece dormir. 

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