Te pediría que me miraras a los ojos, que me prometieses que jamás me has olvidado ni me olvidarás. Que ha sido la etapa más difícil de tu vida y que siempre supiste que estabas perdiendo a la persona más importante que has tenido nunca.
Me cuesta mucho reconocer las cosas, pero también lo haría. ¿Quién no ha tenido que quitar el sonido de una canción porque no podía aguantar las lágrimas? A mi me ha pasado. Miles de veces.
El problema es que sabemos lo que sentimos nosotros, pero, por mucho que nos lo digan, es imposible saber cuánto sienten los demás. Y como es imposible, preferimos decir que las palabras no demuestran nada, que son los hechos los que te hacen ver cuánto te quiere una persona.
¿En qué momento de nuestra vida nos empezamos a plantear si realmente las personas de nuestro alrededor nos quieren? Le he dedicado tiempo a esto y no he encontrado respuesta. No me acuerdo absolutamente de nada. A lo mejor es puro egoísmo. Mejor que algo se termine porque la otra persona no nos ha querido lo suficiente. Mejor no sentirse culpable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario