jueves, 20 de diciembre de 2012

Historias de papel.

Encerrarse en el armario con su perrita entre los brazos era su opción favorita para escapar. No podía salir corriendo porque había alguien que ahora la iba a necesitar más que nunca. Tampoco podía llorar, no quería que nadie lo hiciese. Solo podía entrar allí y quedarse en la oscuridad. En esa oscuridad que tantas veces la había aterrado y que ahora la salvaba.

Cada año, por esas fechas, volvía a recordar todo aquello. Eso que dejó de ser una anécdota de la vida de los demás y que, ahora, era una historia que la tomaba a ella como protagonista. Ella, a la que tanto le gustaba pasar desapercibida, iba a ser el centro de atención.

Nunca piensas que te pueda pasar algo así, hasta que te toca. Nunca crees que las personas que te rodean no son buenas, hasta que te lo demuestran. Y nunca crees que tu vida cambiará, hasta que te la cambian. Te la hacen una bola de papel y la lanzan lejos de ti.

Como a todos, a ella también le costó mucho volver a encontrarla, recogerla, estirar el papel y unir los trozos que estaban rotos. Pero lo hizo. Y aunque nunca olvidará que un día convirtieron su vida en una bola de papel, lo ha superado. O al menos, eso cree.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Ellos se mojan.

Les da igual lo que piensen sobre ellos, aunque sea algo malo. Jamás querrán aparentar ser algo que no son y siempre les distinguirás por esa sonrisa que tienen dibujada, casi siempre, en su cara. Despreocupados, felices y vergonzosos.

Abrigados hasta en el último resquicio de su cuerpo, para que en pleno invierno no sean víctimas de un buen resfriado. Encantados con ir a pasear por cualquier lugar. Quejicas en el momento de ir de compras, Envidiosos de los que son más pequeños que ellos. Y sin un resquicio de maldad.

Si hace sol, están bien. Si está nublado, también. Si nieva, les encanta hacer muñecos de nieve. Si están en la playa, se bañan y se revuelcan por la arena. Y si llueve, les encanta mojarse. No necesitan un paraguas. Solo quieren protección cuando temen que hay algo debajo se su cama.

Verlos correr, jugar a saltar los charcos o tirarse bolas de papel, te hace volver a ser como ellos. Como antes, cuando siempre decías la verdad. Y te mojabas.

lunes, 3 de diciembre de 2012

El momento de mirar atrás.

Corres tanto que no te das cuenta de que vas acorde al tiempo. Tienes la cabeza agachada tanto tiempo que es imposible que encuentres a alguien que consiga apartarte de la realidad. Y piensas tanto en el que dirán que no te atreves a dar un paso sin antes consultarlo con esos que consideras tus amigos.

Hace tiempo que estás en un espiral en el que nunca debiste entrar. Hace tiempo que dejaste de ser tú, si es que alguna vez conseguiste serlo. Sientes que pierdes el tiempo y la verdad es que no es solo una sensación. Las palabras que vienen y van, sin ningún fundamento o razón, son solo meros intentos de desestabilizar.

Las personas que han influido en ti, no parece que hayan sido las mejores. La coherencia de tus actos, hace mucho que dejó de ser tal. Y el tiempo pasa incesante ante tus ojos, sin que tú te pares a decidir qué es lo mejor para tu futuro. Date cuenta de que lo mejor de ti, hace tiempo que lo perdiste. Puede que nunca lo recuperes.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Construir catedrales.

Con la mochila a cuestas en busca de una vida mejor, huyendo de todo lo que tiene que ver con su ciudad, su familia y sus amigos. Está harto y es hora de dejarlo atrás. Desde que nació  nunca encontró nada que le atara a ese lugar, entonces, ¿por qué quedarse?.

No hacía falta recoger demasiadas cosas de la habitación, no llenaría una maleta. Nunca tuvo demasiado, pero no era por eso por lo que se iba. Abandonaba su casa porque no la aguantaba, se le caía encima. En sentido figurado o literalmente, daba igual, se caía.

Mira que ha intentado veces ser una columna para que ese hogar no se derrumbara, para que no fuese nunca un foco de atención. Solo algo que sostiene el techo. Estaba harto de querer ser eso. No tenía por qué ser una columna pudiendo ser una catedral.

Así que, en la mochila, además de poca ropa y unas zapatillas, llevaba cal, arena y agua. La mezcla para hacer agramasa. El paso previo a la construcción de algo. Y ese algo sería una gran catedral. Llena de felicidad e ilusiones. Ilusiones que, desde hacía mucho, solo tenía él. Ilusiones que caracterizan a un niño. Un simple niño de doce años.

martes, 13 de noviembre de 2012

Intocables.

No hay nada que me pese más en el alma que lo de que un día llegaras a pensar que no te quería. Te quise, te quiero y te querré. Pase lo que pase en este vida, y sobre todo, hagas lo que hagas. Por eso nacimos. Para estar juntas, crecer juntas. Para que cuando yo fuese pequeña, cuidaras de mi. Y para que ahora que somos grandes, lo haga yo de ti.

Eres de las pocas personas que puede hacerme llorar de manera inexplicable, por tu felicidad, por tu tristeza o por tus problemas. Da igual, lo haces. Porque eres de las personas que más quiero en la vida y de las que me siento más orgullosa. No hay duda.

Algún día miraremos el pasado juntas, y no solo veremos a esas dos niñas que jugaban a cosas muy diferentes, o que se peleaban por ocupar el asiento central de la parte de atrás del coche. Algún día, repasaremos nuestro pasado más reciente juntas y nos reiremos. Créeme que lo haremos. De todos nuestros errores y de nuestro día a día.

Seguramente, ya han conseguido lo que un día se propusieron: Que lo que nació para estar unido, no sea jamás separado. Lo que hemos pasado forma parte de nosotras para siempre. Y no hay otro vínculo como ese.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Calles tortuosas.

Y mira que la espera se le hacía larga, difícil, imposible de llevar. Horas interminables, minutos que no pasaban, segundos que contaba. Pero nada, no había absolutamente nada. Ni una señal de que las cosas seguían bien, igual que siempre, como las había conocido hasta hacía no mucho. Un vacío que se sentía en el fondo del pecho, en un lugar cercano al corazón.

Y de ahí al estómago, nervios y culebras que se enredaban en sus tripas. Esa sensación nunca ha sido presagio de algo bueno, por lo que aún con lo poco que había vivido, sabía que lo que estaba por llegar iba a ser lo peor de su vida.

Por supuesto, lo fue. "Ojalá nunca conocieras a las personas que te van a hacer daño". Puedes perder miles de momentos buenos, pero jamás vivirías ese puto momento en el que el mundo se te cae encima, tu vida se rompe y tú, como persona, nunca vuelves a ser la misma. Ojalá siempre fuese ayer.

domingo, 28 de octubre de 2012

Únicamente.

En la decisión más difícil de mi vida, estabas tú. Cuando quise dejar de ser una cobarde y, por una vez en la vida, vivir, fue por ti. Cuando me quité los miedos, el terror, la desconfianza, fue gracias a ti. Cuando te prometí y me prometí que estaría siempre a tu lado y que nunca te fallaría, fue para cumplirlo. Cuando en el día a día tengo momentos de tranquilidad y me apetece estar en algún sitio, ese sitio, es a tu lado. Cuando estoy en la cresta de la ola, cuando bajo de ella, cuando me estrello contra el suelo, cuando te encuentro ahí abajo, cuando vuelva a subir, cuando estés allí. Cuando nunca te vayas. Cuando pueda volver a compartir todo contigo. Cuando nos operan, cuando enfermamos del mismo modo, cuando nos levantamos temprano. Cuando dejemos de hacerlo y cuando todo por fin funcione de una manera perfecta y la vida nos deje por una vez vivir. Entonces, sólo entonces mamá, seré feliz, y lo más importante, lo serás tú. Que no te atormenten.

viernes, 19 de octubre de 2012

Con calma

Zapatillas de montaña, vaquero levis desgastado, mochila a hombros, jersey que bien podría parecer de otra época. ¿Barba? Cómo no iba a tener, por supuesto de varias días. Un rostro fino agudizado por una nariz aguileña en la que reposaban dos enormes ojos azules. Cabello despeinado y ondulado, y actitud de libertad.

Cuando entra en el ascensor te fijas en él, por lo extraño de su persona, pero él está a otra cosa. Pendiente de si alguien necesita ayuda o no. Y es capaz de ver lo que ninguno de nosotros vemos. Cuando las puertas estaban a punto de cerrarse, le da al botón de apertura y sale a recoger a un hombre mayor. 

Dentro, jóvenes y adultos, incluso de esos de los que van vestidos de traje de lunes a lunes. De los que aparentan ser alguien importante y de buena educación. Pero que simplemente lo aparentan. Porque el que parecía un loco escala montañas es capaz de ver lo que nosotros no. Porque tal vez él nunca se deje llevar por la rutina de esta ciudad. Porque admiro a la gente con esa capacidad.

No corre, no lucha, no se quiere sentar y, mucho menos, tiene prisa. Una persona libre de cualquier atadura, una persona en paz, probablemente consigo mismo, y también con los demás.

lunes, 15 de octubre de 2012

Flequillo

Esa misma tarde de verano tu vida dejó de ser como era, dejó de ser vida. Tan pequeño y tan frágil y elegiste la opción más difícil para superar aquel palo tan duro. A pesar de todo, lo llevaste en silencio, de esa forma que sólo tu eres capaz de soportar, porque aunque en principio pueda parecer una decisión de cobardes, lo cierto es que tu problema lo hiciste solo tuyo y eso realmente sí que es ser valiente.

Nunca podremos saber si fue tu entorno, si fuiste tu, si fue él, solo que la vida se hizo contigo, te sobrepasó y casi te deja estancado en la cuneta. Pero una vez más demostraste lo que eres, para convertirte otra vez en la persona más fuerte del planeta, para sacar todo lo de dentro, que aunque estuviese podrido aun podía florecer.

Y lo hizo, y lo seguirá haciendo. Y aunque esta no sea la vida que imaginabas tener de pequeño, aunque tu concepto de la felicidad se desmoronase aquel día, aunque no pudieras volver a mirar a la cara a la persona que más querías en este mundo, estás aquí, para vivir, pero esta vez de verdad. Suerte.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Capítulo III

¿Cómo te das cuenta de que las cosas han cambiado? Que ya nada es lo que era, que no hay confianza, ni complicidad, ni nada que merezca realmente la pena. Cuando todo se transforma, te has ido de esa vida, ya no estás cómoda, no eres tú, no es tu mundo, no entras en las conversaciones, solamente piensas en que pintas allí.

Pues te vas, no te queda otra, y lo peor es que no hay nadie que quiera retenerte, eso sí que no te lo esperabas, ¿verdad? Pues acéptalo, no les importas una mierda, coge tu nueva vida por los cuernos y disfrútala. Después de valorarte, después de saber que los que salen perdiendo son ellos, y ellas, y todos, entonces encuentras a personas de verdad.

Las personas de verdad están ahí cuando las necesitas y cuando no también. Tus personas, tu mundo, tu vida, tu realidad no es otra que ellos, los que te hacen reír cada día y los que te aguantan los malos humos. Empezando por ella y terminando por ellos.

lunes, 21 de mayo de 2012

Inevitable

No quiero más sobresaltos, más dudas, más llantos, ni más miedos. No quiero y los tengo. Cada vez que recibo esa maldita llamada y escucho su voz distinta, preocupada. Puedo disimular perfectamente, aguantar las lágrimas y hacer como si no me importara nada, como hecho desde que era pequeña, como he hecho desde que decidí ser la fuerte de la familia.

Sé que esto no podrá conmigo, nunca nada ha podido conmigo. Pero es un vaso más y cómo pesa el agua que lleva. Hace tiempo que pido por que la situación se invierta, al igual que hace tiempo me di cuenta de que la vida es de todo, menos justa. Tampoco fácil, por eso estamos aquí, por eso luchamos.

domingo, 6 de mayo de 2012

Domingo de mayo

En un día como el de hoy, sólo se me ocurre una forma de transmitir lo que siento, lo que añoro, lo que me gustaría estar haciendo en este momento. Por supuesto, no encuentro mejor forma de hacerlo que escribiendo. Siempre fui una excelente ahorradora, mi obsesión por tenerlo todo controlado me ha llevado a ello. Es por eso que cada año saco dinero de la hucha y lo invierto en ti.

Lo invierto en ti, no sólo en un día como hoy, creo que eres la persona en la que más invierto. Invierto en tu felicidad, en esa sonrisa que te sale en el momento en que ves un regalo, en la frase que repites siempre: ' no tenías que haberme comprado nada'. Sí que lo tengo que hacer, todos los pequeños detalles contigo son insuficientes para devolverte lo que tu me has dado y darás en lo que me queda de vida.

Cuidarte es una de mis misiones en la vida, bastante has pasado, ahora sólo toca felicidad. La que sentimos cuando estamos juntas, cuando me llamas por teléfono noche tras noche, cuando vamos juntas a cada concierto o cuando pasamos la tarde frente a la televisión viendo fútbol y comiendo patatas fritas. Esa felicidad que me transmites cada vez que lo necesito, la que sólo me das tú, la de madre.

martes, 1 de mayo de 2012

Huevos

Despertador, por muchos años que hayan pasado desde que suenas así, jamás odiaré esa canción, por algo la escogí. Me levanto de la cama y camino medio dormida, toca desayuno, por unos días está envuelto en sartenes, tenedores, huevos, pan tostado y tomate. El rico desayuno hecho con cariño, el rico desayuno que por unos días es diferente, que por unos días es en compañía.

Nunca llueve a gusto de todos, a mi siempre me disgusta esa maldita agua que cae del cielo, pero esos días no, esos días son de los mejores de mi vida. Huevos, agua y paseos, días diferentes. Un mes aquí se hace largo, un mes sin el cariño de tu familia, porque dentro de mis álbumes de fotos, estás en el de familia. No suelo hacer esto, pero hoy toca.

Cada despedida se hace eterna, llena de emoción, inundada, como todas. Como todas y cada una de ellas, esas a las que no te acostumbras nunca, esas que quieres repetir siempre, y si no es con él, será con ella, la de toda la vida, la eterna, la que te quita las manchas y la que nunca te deja. Un dos por uno.

domingo, 15 de abril de 2012

Valiente cobarde.

La misma valentía que te lleva a hablar en un momento determinado, la misma cobardía que te lleva a quedarte callado en cualquier otro. ¿Hay alguna diferencia? Ahora sí, ahora no, ahora me pongo valiente, ahora me acobardo, no me apetece hablar, quiero saberlo todo, no merece la pena explicarlo...

Yo que sé lo que lleva a que tomemos una decisión u otra. No sé por qué a veces somos tan valientes y otras tan cobardes. Nadie es echado para delante por naturaleza y lo mantiene toda la vida porque hay veces que te empequeñeces de tal forma que te es imposible hablar, ni reconocer nada.

El por qué lo pienso cada día. Y por supuesto, no doy con ninguna respuesta. Me encantaría ser tan valiente como cuando era una niña, pero hace tiempo que vivo con miedo. Miedo a cualquier reacción. Miedo a equivocarme y que se equivoquen conmigo. Miedo a que termine.

jueves, 12 de abril de 2012

Tomates maduros

¿Sabes cuando te has hecho mayor? En algún momento de tu vida empiezas a darte cuenta de que lo estás haciendo y no veas el miedo que da. ¿Cómo lo sabes? En muchos momentos. Entre ellos, cuando estás sola y no sabes muy bien quién es exactamente, pero echas de menos a alguien.

¿Ya te has hecho mayor? Posiblemente. ¿Por qué? Porque estás acabando con los estudios y lo único que te aterra es que al final no puedas conseguirlo. Además tienes que hacer la compra, cocinar, lavar la ropa, doblar, limpiar, en serio, para un momento, ¿de verdad ya eres adulta?

Has crecido, madurado, te has estabilizado y has dejado muchísimas personas por el camino. Algunas que cuando aún no eres mayor crees que nunca te fallarán y que lo primero que hacen cuando creces es olvidarte. Entonces es que no merecían la pena.

Párate, calla y sueña. Alguien te despierta y te tranquiliza. Aún eres una niña.

domingo, 25 de marzo de 2012

Sonríe.

Por el lado contrario, años de admiración, risas, amor y protección. Creció junto a ella, admirando cada paso que daba, cada decisión, cada día que salía a trabajar, a luchar. La miraba y pensaba que nunca tuvo una vida fácil, que en los últimos años sólo la había visto sufrir, aunque disimulara, aunque lo ocultara.

Muchos días se iba a la habitación y volvía a ver si ya se había dormido, a ver si ya descansaba. Lo hacía, a ratos, cuando podía, cuando escapaba. Por fin el rumbo de su vida parecía cambiar un poco, al fin las cosas empezaban a ir bien, todos a su alrededor se recuperaban, entonces decidió irse.

Se fue, con todo el dolor de su corazón, pero se fue. Sabía que los primeros meses serían los más difíciles pero que seguramente algún día la vida le compensaría. O al menos eso esperaba.

Y ya pueden pasar las horas, los días, las semanas, algún mes, que en cada reencuentro no hay nada mejor para ella que verla sonreír, que verla feliz. Y se volverá a ir, pero siempre con la esperanza de que a la vuelta ella sea un poquito más feliz porque no hay nadie en este mundo que lo merezca más. No hay nadie más.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Paredes extraordinarias

Después de varios viajes se encontró allí, en un nuevo sitio, una nueva cultura, una nueva forma de hacer las cosas. Otra ciudad. Ciudad que se esforzó por recorrer en los días que estuvo y que sin apenas esforzarse logró  sentir tan dentro que se iría con la necesidad de volver.

Anda por sus calles y mira todo a su alrededor, sus paredes transmiten historia, sensaciones, lágrimas, dolor, esperanza. Ciudad llena de historia que aprendió de sus errores y se convirtió en una maravilla. Ciudad que toca hondo en los corazones. Ciudad que nunca olvidarás.

Van avanzando los días y el tiempo se le escapa de las manos, las horas pasan rápido, la noche llega enseguida, pero no quiere dejar de recorrerla, de respirarla, de admirarla. A veces llega a estar tan fuera del mundo y tan dentro de ella que escucha las agujas del reloj de su muñeca.

 Nunca lo había escuchando entre tanto ruido, nunca había estado tan fuera, nunca había olvidado nada en los lugares donde estuvo. Pero esta vez quedó allí su pijama. Otro motivo para volver.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Memorias

Cuando alquien te hace algo malo, no duele igual cuando quieres a esa persona que cuando no. En realidad, las cosas cuando vienen por parte de personas a las que quieres llegan a doler tanto que ni siquiera sabes diferenciar la medida en la que lo están haciendo. Sólo sabes que duele y que el dolor no atiende a razones.

Porque con disimular con un me da igual, cuando no es así, no se arregla nada si estás roto por dentro. Porque cuando el dolor toca tan hondo es difícil olvidarlo. Perdonar sí, olvidar no. Muchos dicen que el secreto de la felicidad es tener poca memoria y yo, por desgracia, tengo muy buena.

Hace unos días leí cosas como que 'nunca es seguro suponer que uno tiene amigos' o que puede que estemos rodeados de 'gente con la que congeniamos pero que no saben satisfacer nuestras necesidades sociales'. O tal vez sí que lo hagan, pero una vez hecho se llevan por delante tu corazón.

Al final quedan muy pocas personas a tu alrededor y estarás tocado, nunca hundido, sin embargo, habrás aprendido

jueves, 2 de febrero de 2012

Poco y todo.

Cuando dejé de ser pequeña y empecé a ser mayor, además de mi madre encontré dos figuras importantísimas en mi vida, a las que estaré eternamente agradecida y a las que mi amor por ellas llega a unos límites increíbles.

He tenido la suerte de nacer rodeada de personas buenas y con un corazón inmenso, que me han querido, cuidado, protegido, defendido, apoyado cuando más lo he necesitado. Creo que llega hasta tal punto que una de las decisiones más importantes de mi vida la tomaré con ellos de testigos.

La suerte de tener unos abuelos que hicieron que naciera mi madre y sus hermanos para cuidarnos y pretegernos a todos, para enderazar nuestros caminos y ocupar el lugar que otros dejaron. Por lo importantísimos que son, espero compensar algún día todo lo que han hecho por mí.

viernes, 20 de enero de 2012

Mirando al cielo.

Después de un buen rato de autobús, saltar unas cuantas vallas, y andar bastante, llegas. Inmenso, precioso, aterrador al mirar hacia abajo, el verde y el azul fundidos en un marco maravilloso. Una sensación espectacular al respirar allí arriba, donde no hay nadie que te moleste ni nada que te preocupe.

Sería el escenario perfecto para pensar, pero una vez que estás allí te olvidas de todo. Te pierdes en lo bonito de la imagen, te sientas un rato en el borde, tan al borde que, a veces, llegas a imaginar que te caes por ese inmenso precipicio. Sin embargo, sólo asi lo disfrutas del todo. No puedes levantarte, estás pegado al suelo.

Y justo en el momento de más tranquilidad, aparece en tu mente la persona con la que te habría gustado compartir esa experiencia, con la que te habría gustado estar sentada en ese mismo borde y respirando esa misma tranquilidad. Sonríes, está todo dicho.

La vuelta sigue siendo tan especial como la ida, y sigues andando y observándolo todo con la certeza de que probablemente no vuelvas a ir allí nunca más. Y esa es la pena con la que te vas.

jueves, 12 de enero de 2012

Navidad

Lo único que diferencia las comidas y cenas de Navidad de los domingos en la huerta es el tipo de comidad, los manjares, las copas de después y las canciones si puede ser. Uno de los mejores momentos de esta época ha sido abrir los regalos de mi madre, los del amigo invisible y el día que fuimos al karaoke toda la familia. Como cuando ibamos hacía años, en las comuniones, las despedidas de soltera, la bodas, los bautizos...Cuando acababan los banquetes nos ibamos allí, a cantar y bailar. Lo mismo hicimos la noche de reyes, mi mejor noche en Navidad, rodeada de la gente que más quiero en la vida.